El Ministro de Finanzas de Brasil, Fernando Haddad, ha aclarado los objetivos de la moneda digital del banco central del país (CBDC), Drex, enfatizando su papel en mejorar la transparencia y facilitar las transacciones financieras. Haddad refutó las afirmaciones de que el gobierno pretende usar Drex para monitorear o controlar a los usuarios, afirmando que el ecosistema tokenizado está diseñado para reducir los costos de transacción y mejorar la eficiencia para la población. Al abordar las preocupaciones de legisladores como Julia Zanatta sobre los posibles inconvenientes de reemplazar el dinero físico con moneda digital, Haddad destacó el potencial de Drex para proporcionar visibilidad en los flujos financieros, como los beneficios fiscales. También criticó los altos costos impuestos por los intermediarios en el sistema financiero de Brasil. El proyecto Drex se encuentra actualmente en una fase piloto, con la implementación completa prevista para 2030.