Los países de Gran Asia están impulsando avances tecnológicos hacia una economía basada en datos y Web3, pero enfrentan obstáculos significativos como la pobreza, la corrupción y la infraestructura inadecuada. Los esfuerzos varían en toda la región, con Bután participando en la minería de Bitcoin controlada por el estado, mientras que Pakistán experimenta una adopción caótica de las criptomonedas y Bangladesh lucha con fracasos en la digitalización. El informe enfatiza que superar estos desafíos requiere abordar problemas sistémicos como la estabilidad política, la educación y la infraestructura, más allá de solo iniciativas de alta tecnología.