Berkshire Hathaway ha experimentado una Death Cross, con su media móvil de 50 días cayendo por debajo de la de 200 días por primera vez desde agosto. Este indicador técnico, a menudo visto como una señal bajista, coincide con el bajo rendimiento de la compañía frente al S&P 500 en un 34% desde que Warren Buffett anunció su retiro en mayo. Las acciones Clase B de Berkshire se acercan a territorio de sobreventa, a solo 3 dólares de un RSI de 30. A pesar de estos desafíos, la empresa mantiene una reserva de efectivo sustancial de 344 mil millones de dólares. Los inversores están observando de cerca a Greg Abel, sucesor de Buffett, en busca de posibles cambios en la estrategia de inversión, particularmente en lo que respecta a Bitcoin.