El Banco de Corea (BoK) ha decidido mantener su tasa de interés de referencia en 2.5%, alineándose con las expectativas del mercado. Esta decisión se toma mientras el banco central enfrenta los desafíos de un won débil y los riesgos continuos de inflación. El BoK busca equilibrar el potencial de relajación económica con las presiones de la inflación importada y los efectos de las medidas para enfriar el mercado inmobiliario. El banco central pronostica un crecimiento del PIB del 1.0% y una tasa de inflación del 2.1% para 2025. Se anticipa que la próxima conferencia de prensa del gobernador Rhee Chang-yong impacte en la tasa de cambio USD/KRW y en el sentimiento general del mercado.