Los analistas sugieren que la estrategia para gestionar la deuda nacional podría llevar a que las tasas de inflación superen el objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal. Esta perspectiva toma en cuenta las tasas de interés actualmente artificialmente bajas y las acciones tomadas por los responsables de la política. El potencial de una inflación más alta se atribuye a la gravedad de los desafíos económicos y a la variedad de posibles resultados.