La rápida expansión de la inteligencia artificial y los vehículos eléctricos está poniendo presión sobre las redes eléctricas en los países ricos, con una demanda que supera la oferta. Bloomberg informa que 12,000 empresas, incluyendo ASML Holding NV, están esperando para conectarse a la red. A pesar de inversiones anuales de 8 mil millones de euros, Netbeheer Nederland advierte que los problemas en la red podrían persistir durante una década. Los Países Bajos ya están consumiendo tanta energía como la proyectada para 2030, y presiones similares están surgiendo en los países del G20. Esto resalta la creciente intersección entre los sectores de energía y tecnología, con una infraestructura insuficientemente financiada que representa riesgos para el crecimiento económico a largo plazo.