El panorama macroeconómico para 2026 se caracteriza por riesgos significativos en las políticas y señales tempranas de estrés crediticio, según un análisis reciente. Los factores clave que contribuyen a esta volatilidad incluyen el endurecimiento de la Reserva Federal durante una desaceleración económica, la creciente dependencia de las empresas de inteligencia artificial y tecnología del endeudamiento para su crecimiento, y la divergencia en las valoraciones del crédito privado. Además, el análisis señala la profundización de las divisiones económicas y la concentración del mercado como vulnerabilidades sistémicas. El informe advierte sobre posibles errores en las políticas y la inestabilidad política, junto con un papel cada vez menor de Bitcoin como cobertura macroeconómica. Se anticipa un período de endurecimiento controlado hasta 2025, seguido de un repunte de liquidez en 2026, influenciado por los ciclos políticos.