El rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años ha caído por debajo del 4.00% tras los datos de inflación de septiembre que revelaron un aumento mensual del 0.3% y una tasa anual del 3%, ambos inferiores a lo esperado. Esta caída en los rendimientos ha reforzado las expectativas del mercado sobre una posible flexibilización de las políticas de la Reserva Federal. Además, la brecha de rendimiento entre los bonos a 10 años y a 2 años se ha reducido, lo que sugiere un menor temor a una recesión. A pesar de que Scope Ratings rebajó la calificación crediticia de EE.UU. a AA-, lo que temporalmente elevó los rendimientos, se observó una fuerte demanda en las subastas de bonos corporativos. Los retrasos en la publicación de datos debido a preocupaciones por un cierre gubernamental han añadido incertidumbre al mercado.