La deuda nacional de Estados Unidos ha aumentado a 37,08 billones de dólares, marcando un hito significativo en el panorama fiscal del país. Este incremento eleva la proporción deuda-PIB al 123,1 %, destacando las crecientes obligaciones financieras en relación con la producción económica de la nación. Los niveles crecientes de deuda continúan siendo un punto focal de las discusiones económicas, con implicaciones para la política fiscal futura y la estabilidad económica.