Las políticas de la era Trump están allanando el camino para una mayor aceptación institucional de Bitcoin, con medidas como la prohibición de las monedas digitales de los bancos centrales (CBDCs), el apoyo a las stablecoins y el establecimiento de una Reserva Estratégica de Bitcoin. Estas iniciativas tienen como objetivo mejorar la legitimidad macroeconómica a largo plazo de Bitcoin. A pesar de una perspectiva optimista, el precio de Bitcoin sigue siendo vulnerable a cambios en la liquidez global y riesgos geopolíticos. Los tenedores a largo plazo pueden beneficiarse de posibles ganancias, pero se aconseja a los inversores que monitoreen de cerca la política de EE. UU. y los indicadores macroeconómicos.