Venezuela recurre cada vez más a las stablecoins vinculadas al dólar como estrategia financiera en medio de crecientes tensiones geopolíticas y sanciones económicas. Esta medida busca estabilizar la economía del país aprovechando criptomonedas que mantienen su valor frente al dólar estadounidense, proporcionando un posible amortiguador contra la inflación y la devaluación de la moneda. Este cambio se produce mientras Venezuela enfrenta una creciente presión internacional y desafíos económicos. Al adoptar stablecoins, el país busca eludir los sistemas financieros tradicionales afectados por las sanciones, ofreciendo una infraestructura financiera más resistente. La adopción de estos activos digitales podría servir como una herramienta crítica en la estrategia económica de Venezuela, protegiendo potencialmente su estabilidad financiera en tiempos inciertos.