La deuda nacional de Estados Unidos ha aumentado hasta alcanzar un nuevo máximo histórico, marcando el primer incremento de este tipo desde febrero. Este desarrollo subraya los persistentes desafíos financieros y las consideraciones económicas que enfrenta Estados Unidos. Los niveles crecientes de deuda podrían influir en las futuras políticas fiscales y estrategias económicas mientras el gobierno navega estas presiones financieras.