El presidente Trump ha anunciado un arancel del 50% sobre los productos brasileños, que entrará en vigor el 1 de agosto, lo que ha generado críticas significativas por parte de economistas. Los expertos argumentan que Estados Unidos ha mantenido históricamente un superávit comercial con Brasil, cuestionando la lógica detrás de este arancel. Se han expresado preocupaciones de que esta medida podría sentar un precedente para el uso de aranceles como herramienta diplomática para influir en asuntos de soberanía judicial y digital extranjera.