El Grupo de Trabajo de Cripto de la SEC, según explicó Atkins, está considerando la evolución de las redes blockchain para determinar la clasificación de los tokens. A medida que las redes blockchain maduran y su código se vuelve operativo, el papel de los emisores originales disminuye. Esta transición permite que las redes operen de manera independiente, lo que conduce a un escenario en el que la mayoría de los tokens pueden negociarse sin depender de sus equipos originales. En consecuencia, estos tokens pueden dejar de clasificarse como valores, reflejando un cambio en la perspectiva regulatoria a medida que las redes alcanzan la autosuficiencia.