Las investigaciones indican que muchas blockchains de Capa 1 requieren hardware de alta gama para operar nodos, algunas demandando hasta 32 núcleos y 256 GB de RAM. Esto plantea dudas sobre la accesibilidad y descentralización de estas redes, ya que tales requisitos de hardware podrían limitar la participación a quienes cuentan con recursos significativos. El debate continúa sobre si la descentralización debería incluir inherentemente una barrera de hardware, lo que podría afectar la inclusividad de las redes blockchain.