La plataforma descentralizada de trading perpetuo GMX sufrió una explotación de 42 millones de dólares debido a un fallo de diseño en su protocolo v1. La vulnerabilidad permitió a los atacantes manipular los precios promedio globales de posiciones cortas, lo que afectó directamente el cálculo del total de activos bajo gestión (AUM) y llevó a la manipulación de los precios del token GLP. Al explotar la función timelock.enableLeverage mediante un ataque de reentrada, los perpetradores crearon grandes posiciones cortas, inflando artificialmente los precios de GLP y obteniendo beneficios de las operaciones de redención. Este incidente resalta los riesgos inherentes en los proyectos DeFi, incluso para plataformas consolidadas como GMX.