El Senado de los Estados Unidos ha aprobado la Ley Genius, que otorga a los poseedores de stablecoins reclamaciones prioritarias sobre los activos que respaldan estas monedas en escenarios de bancarrota. Esta medida legislativa está generando preocupaciones sobre su posible impacto en los clientes de bancos tradicionales. Los críticos, incluido el profesor de derecho de la Universidad de Georgetown, Adam Levitin, argumentan que esto podría subsidiar la emisión de stablecoins a expensas de los depositantes bancarios, erosionando potencialmente sus derechos si un emisor de stablecoins o su banco custodio falla. El proyecto de ley exige que las stablecoins estén respaldadas por activos altamente líquidos, como los bonos del Tesoro de EE.UU., y que los emisores deban divulgar las reservas mensualmente y tener la capacidad de congelar los tokens. Aunque la ley busca fortalecer la confianza de los usuarios e integrar las stablecoins más estrechamente con el sistema financiero, su disposición sobre la prioridad en casos de bancarrota ha generado debate sobre las implicaciones regulatorias y la estabilidad financiera.