Las acciones de Bitfarms cayeron un 18% tras el anuncio de la empresa de reducir sus operaciones de minería de Bitcoin y hacer la transición hacia centros de datos de inteligencia artificial. Este cambio estratégico refleja una tendencia creciente entre las empresas mineras de diversificarse hacia la inteligencia artificial, aprovechando su infraestructura existente para nuevas aplicaciones tecnológicas. Esta medida se produce en un momento en que la industria de la minería de criptomonedas enfrenta crecientes presiones regulatorias y preocupaciones sobre el consumo energético, lo que impulsa a compañías como Bitfarms a explorar fuentes alternativas de ingresos.