La Policía Federal Australiana ha desmantelado una importante red de lavado de dinero, incautando 123 millones de dólares en activos durante redadas en Brisbane y la Costa Dorada. Realizada del 5 al 6 de junio, la operación se centró en un esquema que supuestamente convirtió 190 millones de dólares en efectivo en criptomonedas a través de una empresa de transporte de efectivo blindado. Las autoridades sospechan que la empresa ocultaba los orígenes de los fondos a través de transacciones de criptomonedas, ventas de coches antiguos y empresas ficticias. Cuatro individuos han sido acusados, incluido un hombre de Brisbane acusado de lavar 9.5 millones de dólares. La policía confiscó 170,000 dólares en activos criptográficos, 17 propiedades, billeteras de criptomonedas y registros comerciales vinculados a la operación. La investigación sigue en curso mientras las autoridades continúan desentrañando la magnitud total de la red.